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Diseño de sistemas de riego: tuberías, mangueras y accesorios

date_range 30 de septiembre de 2025

Explore cómo diseñar sistemas de riego eficientes con tuberías, mangueras y accesorios adecuados. Optimice recursos y mejore sus cultivos. ¡Lea más!


Sistemas de riego

Diseñar un sistema de conducción y aplicación de agua no se trata solo de “más caudal y presión”. Un buen diseño combina hidráulica, agronomía y operación para que el agua llegue cuando, donde y como se necesita, con pérdidas mínimas y una distribución homogénea. En esta nota se presentan los fundamentos del dimensionamiento de tuberías, la selección de mangueras y la integración de válvulas y dispositivos clave, además de los beneficios y retos más habituales en campo. El enfoque es práctico y orientado a decidir mejor los componentes críticos y la forma en que interactúan en un invernadero o a cielo abierto.

 

¿Qué es el diseño hidrodinámico en sistemas de riego?

 

Es la disciplina que define cómo deben fluir presión y caudal a lo largo de la red —desde la fuente y el bombeo hasta los emisores— para alcanzar metas de uniformidad y eficiencia sin sobredimensionar costos energéticos o de materiales. Por ello, un proyecto serio parte de objetivos claros (lámina, turnos, sectorización), integra datos del cultivo y del sitio y se apoya en cálculos para fijar diámetros, longitudes, pérdidas admisibles y presiones de operación. La literatura especializada recomienda que el diseño lo realice personal calificado y que los usuarios conozcan los conceptos base y las decisiones que afectan su desempeño.

 

En metodología, el cálculo hidráulico se ejecuta después del diseño agronómico: primero se definen necesidades del cultivo (lámina, frecuencias, demanda, parcela) y, con ese marco, se modelan caudales, presiones y uniformidad (coeficiente de Christiansen), además de la eficiencia de aplicación. Dicho encadenamiento asegura que la red responda al requerimiento del cultivo y no al revés.

 

¿Cómo funciona?

 

En términos físicos, el agua pierde energía por fricción al desplazarse por las tuberías y también al atravesar puntos singulares (codos, tees, válvulas); la suma da la pérdida de carga total, que el diseño debe prever para que aún en el “emisor más desfavorable” se cumpla presión/caudal de diseño. El cálculo suele emplear fórmulas de pérdida por fricción como Hazen-Williams o Darcy-Weisbach, elegidas según el régimen de flujo, material y la información disponible.

 

Además de la ecuación de pérdidas, la red requiere criterios de velocidad que equilibren costo de tubería, energía y riesgos (sedimentación si es muy baja, golpe de ariete y abrasión si es demasiado alta). Referencias técnicas en riego recomiendan trabajar en rangos típicos de ≈0,5 a 2–3 m/s, según diámetro, material y topología de la red.

 

El dimensionamiento no termina en los tubos. Los accesorios —válvulas de aire, alivio, purga y control, además de cámaras rompe presión en conducciones con gran desnivel— son indispensables para expulsar aire, proteger frente a sobrepresiones, facilitar mantenimiento y estabilizar la operación por sectores. Su ubicación (puntos altos para las de aire, puntos bajos para purga, disipación en caídas fuertes) es parte del proyecto hidráulico.

 

Beneficios de un sistema de riego bien diseñado

 

  • Mayor uniformidad y rendimiento estable: cuando el caudal y la presión se mantienen dentro de tolerancias en toda la parcela, el coeficiente de uniformidad (CU) se acerca a los valores objetivo y mejora la eficiencia de aplicación, con impacto directo en productividad y calidad. En sistemas de riego por aspersión, el control de presiones en laterales y boquillas es decisivo para sostener esa homogeneidad.

 

  • Eficiencia energética y menores costos operativos: seleccionar diámetros con criterio técnico reduce pérdidas de carga y, por tanto, la altura de bombeo requerida. Entre tramos sobredimensionados y esfuerzos innecesarios de la bomba, la diferencia se traduce en consumo eléctrico y vida útil de equipos.

 

  • Confiabilidad y mantenibilidad: dispositivos como válvulas de aire y de alivio protegen la red frente a transitorios y acumulación de aire, mientras que una puesta en marcha con limpieza, calibración y pruebas evita obstrucciones tempranas y caídas de presión no previstas.

 

  • Escalabilidad y control por sectores: un proyecto que nace con sectorización y “margen hidráulico” soporta la incorporación de nuevos bloques o cambios de emisores sin reconfigurar toda la red. Los cuestionarios y listas de verificación propuestos por causas técnicas ayudan a documentar decisiones y a estandarizar ampliaciones.

 

  • Mejor uso del agua: un diseño que equilibra agronomía e hidráulica reduce percolación profunda, escorrentía y zonas deficitarias; la eficiencia de aplicación aumenta y el agua trabaja donde agrega valor.

 

Retos de implementar un sistema de riego eficiente

 

Además de todo lo que hemos compartido hasta el momento sobre estos sistemas, es importante tener en cuenta que existen algunos retos que se deben considerar para evitar fallas o contratiempos: 

 

  • Calidad del agua y obstrucciones: sólidos, precipitados o biopelículas incrementan pérdidas, distorsionan la línea de energía y merman la entrega en los emisores más alejados. La solución combina filtración adecuada, drenajes de fondo y válvulas de purga en puntos bajos para evacuar sedimentos.

 

  • Topografía y sobrepresiones: desniveles pronunciados generan presiones excesivas aguas abajo; sin control, comprometen tuberías y conexiones. La inclusión de rompe-presiones y válvulas de alivio rápido en los sitios críticos disipa energía y protege la red.

 

  • Selección de materiales y velocidades: PVC, PE y otros materiales presentan rugosidades distintas; elegir diámetro “barato” eleva la velocidad y el consumo energético, pero sobredimensionar encarece la inversión. Diseñar dentro de rangos de velocidad admisibles equilibra costo inicial y gasto operativo.

 

  • Transitorios hidráulicos (golpe de ariete): cierres bruscos, arranques en carga y bolsas de aire mal gestionadas provocan picos de presión. Válvulas de control, protocolos de operación y dispositivos de alivio reducen estos eventos.

 

  • Compatibilidad con el método de aplicación: en sistemas de riego por aspersión, la uniformidad depende de boquillas, espaciamientos y presiones de trabajo; cualquier desviación por pérdidas no contempladas se refleja en manchas secas o sobreaplicación. Ajustar laterales y bajantes a los requerimientos de los emisores es clave.

 

Un proyecto que integra criterios de cálculo, materiales adecuados y dispositivos de protección ofrece riegos predecibles, homogéneos y eficientes. Para acompañar ese proceso con soluciones confiables, Agropinos pone a disposición un portafolio técnico de accesorios para riego, conducciones y emisores, junto con asesoría para dimensionar cada tramo desde la fuente hasta el emisor. La manguera de riego correcta y una red bien balanceada marcan la diferencia entre operar al límite o con margen hidráulico; en el portafolio de sistemas de riego y la sección de mangueras se encuentran alternativas compatibles con las necesidades de su proyecto. Así, el campo opera con seguridad, uniformidad y visión de largo plazo.

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